Quiero comenzar hablando
del ser conscientes.
En cada acción física que
nos lleva a hacer música ya sea cantando, tocando un tambor o ejecutando un
instrumento musical, el estar siendo conscientes de nuestra postura, de cada
apoyo que nuestro cuerpo realice nos llevará a estar armonizados en una función
que yo le llamo unidad.
Si pensamos en el
significado de armonía,
palabra no solo utilizada en música nos lleva a pensar en el equilibrio de las
proporciones entre las distintas partes de un todo y que su resultado siempre
connota belleza.
En música, la armonía es la disciplina que estudia
la percepción del sonido en forma «vertical» o «simultánea» en forma de acordes
y la relación que se establece con los de su entorno próximo.
Si pensamos a nivel físico corporal sin duda los
acordes musicales son análogos a una postura muscular armónica y si somos
conscientes de cómo moverlos realizando movimientos mas flexibles o relajados
estaremos siendo causalmente armónicos.
Uno de los fundamentos dentro de nuestra naturaleza
humana a través de la evolución es el estar erguidos o parados, un acto que
muchas veces no hacemos de manera consciente sino de manera transparente,
caminamos o nos paramos de manera no consciente y de ahí que comenzamos a
sufrir fatigas o cansancios, por esto es esencial dominar el arte de permanecer
de pie correctamente, de esta manera también evitaremos el embotamiento mental
porque nada esta desvinculado, de ahí que hago hincapié en la unidad.
Si estamos bien parados podremos fluir mucho mas. De
este concepto se desprende también que no solo las cuerdas vocales son el
instrumento para el canto. Todo nuestro cuerpo interviene para que la fonación
ocurra de manera fluida.
Al comenzar con mis alumnos la teoría sobre el canto
y la percusión les hablo de 7 puntos básicos a tener en cuenta, los cuales vamos
trabajando de manera progresiva.
1 el punto de partida: Lo primero a tener
en cuenta es la consciencia en el “cuerpo”,
cómo es nuestra postura física uno de los ejercicios puede ser observar nuestros
apoyos en las plantas de los pies que deben estar paralelos entre si y en concordancia
con el ancho de cadera, esta postura en yoga se denomina tadasana o postura de la montaña. Les pido que comiencen a sentir
conscientemente como es la distribución del peso entre el dedo gordo, el
meñique y el talón. Al mismo tiempo que tomen consciencia de cómo está
orientado el final de la columna o coxis que debe estar apuntando hacia la
tierra como podríamos pensar de manera inevitable producto de la gravedad y
nuestra parte mas alta de la cabeza o coronilla dirigida hacia al cielo. La
idea de esta postura inicial es que en este eje se cree espacio entre las
vértebras. El espacio que se genera es también beneficioso para la medula por
donde nuestro sistema nervioso se conecta con el cerebro y en el otro eje
horizontal que podríamos centrar en la zona del pecho se amplíe la cavidad
torácica para poder respirar de manera fluida.
Para esto les pido que
lleven el esternón (que es uno de los huesos que articula con las costillas) hacia
arriba expandiendo el pecho a fin de que obtengan una respiración mas profunda
liberando el diafragma que es el principal músculo de la inspiración. Los
hombros deben estar colocados hacia atrás en rotación externa y los omoplatos
dirigidos hacia al pecho. Esta postura en ambos ejes nos hará respirar de
manera consciente fluida y relajada.
Ahora están en
condiciones de escuchar sobre el punto 2,
el de percibir como ingresa el aire a los pulmones y de esta forma los invito a
inspirar sintiendo como si los pies se hundiesen en la tierra y a exhalar con la
sensación corporal de estar flotando. Es
importante tener presente que el diafragma es un órgano físico que está en
contacto directo con la mente y la conciencia, ante una perturbación
emocional la primera reacción se produce
en el diafragma y ya que es el principal músculo de la inspiración tenemos
que aprender a percibir nuestra propia “respiración”, ser conscientes como tomamos el aire que luego vamos
a utilizar para fonar y realizar la emisión vocal. Este es uno de mis
disparadores en el trabajo perceptivo con mis alumnos donde la
conciencia, los pensamientos, las emociones y el cuerpo son una unidad.
Punto 3: Una vez que hemos trabajado sobre la respiración le agregamos el
canto pero realizando dos movimientos a la vez esto ocurre “vocalizando”, cantando un glissando
ascendente y luego descendente que es una nota en forma de adorno, un efecto sonoro consistente pasando rápidamente de un sonido hasta otro más agudo o más grave haciendo que se escuchen todos los sonidos intermedios posibles al
tiempo que flexionan el cuerpo hacia adelante dejando los brazos
relajados comenzando a llevar el mentón hacia el pecho y flexionando el torso
hacia adelante dejando caer la cabeza hacia la tierra y observando que las
piernas estén firmes sin trabar las rodillas hacia atrás. También los invito a
estar conscientes en la profunda elongación que se produce en la cadena
muscular posterior desde los talones hasta el cuello y que la mandíbula y los
músculos faciales estén relajados. Esta postura en yoga se denomina uttanasana.
Primera parte extractado del articulo que armé
para la revista Uno Mismo - Agosto 2014
Que lo disfruten y los espero en la segunda parte!
Mariana Masetto