viernes, 18 de julio de 2014

Savasana


Hoy hablaré sobre el cantar acostado que está asociado a la relajación y la consciencia 
del cuerpo, algo que asocié como ejercicio viendo el nuevo video de Peter Gabriel 
de su tema Mercy Street.

El despertar esta manera de cantar nos llevará a nuevos modos de sentirnos en relación al canto, la afinación como así también la interpretación. 
Cantar acostado además de divertido es relajado! 
Para empezar les comparto una cita del libro Yoga para la mujer de Geeta S. Iyengar
En la disciplina del yoga esta postura de estar acostado sobre la tierra se llama Savasana. Se dice que es la postura más fácil de realizar pero la más difícil de dominar, la gran dificultad de mantener la consciencia sin esfuerzo es tal vez la exploración más reveladora de la integración cuerpo-mente a la que podamos dedicarnos. 
Un profundo estado de consciencia tranquila es algo bastante distinto al sueño, que es una experiencia habitual en esta postura. En Savasana, el cuerpo se halla completamente en reposo y libre de competir con la gravedad. Los músculos posturales que sostienen la columna al estar de pie se liberan y reposan sobre la tierra. Relajar músculos faciales, lo que a su vez relajará los órganos de percepción. Cualquier perturbación en los órganos de percepción se refleja inmediatamente en el rostro y se extiende a todo el cuerpo a través de los nervios, tensando todo el sistema; se ha de localizar el lugar de origen de esta perturbación y relajarlo. De esta manera la relajación se verá también traducida a nuestro canto y a nuestra laringe que es la vibradora del aparato vocal y además es sostenida por infinidad de músculos, cartílagos, ligamentos y articulaciones ligados a los músculos faciales.
Al inspirar en Savasana no tensar la garganta y no dar sacudidas al diafragma. Al exhalar relajar el cerebro. La espiración correcta da como resultado una sensación de entrega tranquila de la mente y del cuerpo a la Madre Tierra, aportando un sentimiento de paz y de unidad dentro de uno mismo.
Entregar la mente, el cuerpo y el propio ser a la tierra de forma que se sienta calma y paz esto es la relajación total 
Cuerpo y mente son interdependientes y están interconectados. Son inseparables en el arte de la introspección. Savasana es un vínculo que conecta el cuerpo y la mente, todas las partes del cuerpo se relajan, la piel, los músculos y los nervios se relajan. 
Esta relajación consciente vigoriza y refresca cuerpo y mente.

Uno de los ejercicios que vemos con mis alumnos:
Para ejercitar les propongo a mis alumnos recostarse sobre el piso y que en esa posición observen los puntos de apoyo de su cuerpo en el piso. Que se tomen el tiempo para reconocer las partes del cuerpo que se encuentran mas pesadas. Que sientan el contacto de la cabeza con el suelo, la espalda alta, omóplatos, caderas, glúteos y por último los talones haciendo un recorrido consciente de cada parte apoyada de nuestro cuerpo.
Luego aprovechando esta postura los invito a flexionar las rodillas y colocar las plantas de los pies en el suelo. Les pregunto si en esta posición están más cómodos en relación a la postura anterior. Les pido separen los pies para que tengan el ancho de caderas, paralelos entre sí en contacto con la tierra y los invito a percibir el traslado del peso en el cuerpo, si sienten mayor apoyo en la cintura, cadera y espalda. 
Les pido chequear el apoyo del cuello y la cabeza para que lo sientan conscientemente y les propongo que muy lentamente comiencen a frotar el hueso sacro hacia adelante y hacia atrás en contacto con la tierra en el sentido de la línea de la columna como si quisieran darle calor al sacro-coxis, fortaleciendo los muslos con un movimiento que parte desde los pies. Los pies firmes y enraizados en la tierra comienzan el movimiento sostenido por la fortaleza de los músculos de las piernas (gemelos, muslos y glúteos) y el sacro comienza a deslizarse suave pero constante sobre la tierra logrando un movimiento de vaivén y repercusión que llega hasta la coronilla. Esa vibración, ese movimiento permanente recorre todo el cuerpo, va y viene por la columna iniciado desde el enraizamiento de los pies hasta la coronilla o parte superior de la cabeza.






















Les pido observar el maxilar inferior 
¿Cómo se siente?
Al final de este ejercicio y luego de sentir las vibraciones en el cuerpo y en el flujo de la voz al vocalizar los invito a descansar estirando las piernas, observando y escuchando su respiración entonces los invito a cantar la obra musical elegida acostados así como nos muestra magistralmente en su último video Peter Gabriel, una inspiración permanente en mi como artista y docente.



Que lo disfruten!
Mariana