martes, 12 de mayo de 2015

El psoas y su importancia en el canto

El psoas o iliopsoas es un pequeño músculo que se encuentra justo en el centro de nuestro cuerpo a cada lado de nuestra columna vertebral, entre el intestino y la columna. Se expande hacia el frente conectado desde la vértebra dorsal nº 12 hacia cada una de las 5 vértebras lumbares moviéndose a través de la pelvis y se inserta a través del músculo ilíaco en común con la cabeza del fémur.

El psoas conecta la parte superior e inferior de nuestro cuerpo.

Este músculo realiza la función de estabilizar la columna vertebral actuando como soporte interno del abdomen y en combinación con el diafragma conecta los movimientos de nuestro cuerpo con los ritmos respiratorios.  Sin duda tiene la función de eje físico y está involucrado en cada movimiento que implique equilibrio, rotación del tronco y nuestras piernas o cualquier movimiento que llevemos a cabo. 

Este músculo puede tensarse en muchas situaciones diferentes, ya que es capaz de contraerse o relajarse de forma independiente, en cada unión vertebral. 
Es comúnmente conocido también como el corazón de las emociones ya que con una vitalidad disminuida, una respiración fluctuante y un abdomen comprimido la atrofia que se genera en él nos provocará sin duda alteraciones emocionales.

Relajándolo desarrollaremos la confianza en el equilibrio de nuestro cuerpo sin buscar el equilibrio mediante tensiones musculares. Debemos aprender a ser conscientes que un cuerpo balanceado sostiene su peso de manera natural con su propia estructura ósea y que no son los músculos los que deben apuntalar el peso sino permitirnos mover fluidamente.

Trabajando este músculo lograremos una nueva mirada, apertura y estabilidad física.

Idealmente, el psoas guía la transferencia de peso desde el tronco hacia las piernas y también actúa como enraizamiento guiando el fluido de energías sutiles además forma un soporte diagonal a través del tronco, formando una especie de plataforma para los órganos vitales.

Durante la acción de caminar, un psoas saludable se mueve libremente y se une a un diafragma relajado que continuamente masajea la columna así como los órganos, los vasos sanguíneos y los nervios del tronco.

Sin duda un psoas relajado es símbolo de juego y expresión creativa por eso es tan importante para cantar o para cualquier actividad musical o creativa.

El psoas está conectado al diafragma a través de tejido conectivo o fascias las cuales afectan nuestra respiración y el reflejo del miedo, de esta manera podemos decir que está conectado directamente a nuestro sistema límbico, la parte interior mas básica o antigua de nuestro cerebro y columna vertebral.


En mis clases de música, al comenzar la vocalización les voy preguntando a mis alumnos cómo se sienten, cómo se encuentran, como es su estado general. Voy observando si presentan alguna sensación molesta al emitir la voz.

Luego los invito a que se paren frente a un cajón peruano y comiencen a ingresar en la postura del Guerrero 1 o “Virabhadrasana 1” colocando las manos en la cintura y apoyando el muslo derecho paralelo al suelo sobre el cajón peruano.


Para realizar esta postura debemos flexionar la pierna derecha a 90º y colocar el glúteo derecho sobre el cajón de manera tal de formar un ángulo recto entre el gemelo y el muslo derecho.

La rodilla debe estar en la misma línea del talón.

Levantar entonces el talón derecho para girar la pierna y la pelvis de izquierda a derecha de modo tal que ambas crestas ilíacas frontales queden mirando hacia el frente.

El pie izquierdo debe girar ligeramente en la misma dirección hacia la derecha, es decir hacia adentro.

En esta etapa de la postura realizar una respiración profunda.

Seguidamente apoyar nuevamente el talón derecho en el suelo presionando con el talón posterior sobre el piso, llevando la ingle izquierda hacia delante para tocar el asiento.

La cara, el pecho y la rodilla derecha deben estar orientados en el mismo sentido que el pie derecho.

Es muy importante no flexionar la rodilla de la pierna izquierda (la pierna que esta extendida hacia atrás) para elongar el psoas, llevando el muslo frontal izquierdo hacia arriba, hacia el techo y elevar el talón izquierdo de modo que el pie quede apoyado desde el metatarso perpendicular al piso, equilibrando talón interno y externo, tobillo interno y externo.

Empujar ese talón hacia arriba, ya que ayuda a girar la pelvis hacia delante y a estirar la pierna de atrás.

Que la pierna de atrás se organice desde la espiral del pie hacia arriba y que los huesos de la pierna, el pie y la pelvis se orienten para crear un claro recorrido desde el pie hasta la columna.

Poco a poco, con la práctica, tendremos la sensación que las ingles delanteras se alargan con el estiramiento del psoas entre tantos otros músculos.

Finalmente con las manos en la cintura elevar el esternón, estirar la espina dorsal desde el coxis, levantando el pecho lo que ayuda a levantar todo el torso desde el pubis.

Es muy importante no perder esa elevación al cantar.

Lograda ya la postura vocalizamos a modo de glissando, ciclos de 5tas justas con las vocales “u o a“ de Sol a Do ascendente por semitonos y luego descendente.

Luego los invito a percibir las sensaciones en el tracto vocal cantando en esta postura que requiere tanto de fuerza como de equilibrio y flexibilidad y les pregunto.

¿Cómo se siente cantar desde la postura del Guerrero 1?
¿Se percibe la conexión de este pequeño músculo que une al tronco con las piernas?
¿Cómo se siente cantar con el pecho en expansión sostenido desde las piernas en forma asimétrica y en equilibrio?

Invirtiendo la posición realizamos la postura hacia el lado izquierdo comparando ambos lados, el psoas de un lado y del otro, su flexibilidad y elongación, la sensación de apertura en el tracto vocal, en las costillas, los músculos intercostales, en el diafragma y la expansión del pecho, observando principalmente la respiración.

Adicionalmente al trabajo intenso con el psoas en esta postura, el pecho se expande elevando las costillas y el esternón, absorbiendo así el coxis hacia el pubis donde el psoas cual “puente colgante” entre el tronco, las piernas y la cadera lo convierte en una excelente ayuda para que la respiración se vuelva más profunda.

Los diversos retos de la postura del Guerrero 1 crean interesantes parámetros para explorar la mecánica respiratoria.

Como experiencia final les pregunto a mis alumnos si esta postura los ayudó a profundizar la tendencia inspiratoria y en todos los casos la respuesta ha sido positiva traducida en la alegría de cantar con mayor fluidez y libertad.


En mi experiencia esta postura nos pone activos, alertas, atentos y mentalmente firmes o concentrados.

Es un postura poderosa que enciende el fuego interno, por lo que mis alumnos luego de esta vocalización y práctica se sienten vigorosos y con ganas de cantar! 

Han encontrado parte del equilibrio deseado a través del estiramiento del psoas.

El psoas es el músculo más profundo y estabilizador del cuerpo humano.


Que disfruten su canto libre y enraizado con el psoas, el “músculo del alma”!

Mariana Masetto.