En este nuevo artículo hablaré sobre las tobilleras, este idiófono que me acompaña en mi ser artista como algo fundamental al momento de realzar un ritmo, de sentirlo al moverme y de la relación que encontré con el pranayama.
Los idiófonos son instrumentos construidos de material obtenido de la naturaleza. Su desarrollo comenzó miles de años atrás cuando el hombre comenzó golpeando objetos entre sí encontrando allí sonidos para representar ritmos. Estos instrumentos son usados hoy por infinidad de personas para acompañar con percusión su canto o danza.
Los idiófonos se encuentran entre los instrumentos musicales más ampliamente distribuidos a lo largo del mundo. Agrupan a todos aquellos elementos que producen sonido mediante la vibración de su propio cuerpo.
Debido a la sencillez de su construcción, se encuentran entre los primeros instrumentos musicales producidos por el ser humano. Tanto los cronistas españoles llegados a América como los restos arqueológicos hallados en el continente señalan la existencia de idiófonos entre las culturas prehispánicas americanas.
Entre ellos pueden mencionarse las “zacapas” (sartas de semillas de leguminosas), los “churus” (sonajeros de caracolas), cascabeles de plata, cobre y campanillas. Quizás los idiófonos andinos más comunes sean los sonajeros, confeccionados a partir de sartas y manojos de elementos como pezuñas (de camélidos andinos, ovejas, cabras, vacas, venados, lápires o pecaríes) de semillas y vainas, de pequeñas calabazas, de caracolas marinas, etc.
En el caso de las sartas, los componentes suelen anudarse con lana o fibras vegetales, o incluso coserse a tiras de telas. Por lo general se emplean como TOBILLERAS o pantorrilleras. Y son los bailarines (los cuales, en muchos casos, ejercen también de músicos) los que la llevan atadas a sus miembros, agitándolas y haciéndolas resonar con sus pasos de danza. Entre los sonajeros andinos más populares se encuentran sin dudas, los chajchas que fueron bautizados con su onomatopéyico nombre en tiempos recientes al parecer por el grupo musical boliviano Los Kjarkas.
"Extraido del blog de Edgardo Civallero"
Gente de diferentes culturas alrededor del mundo han producido patrones rítmicos de forma natural a través de los pies ya sea golpeando, zapateando, marchando o caminando creando diferentes cualidades rítmicas.
También en ceremonias y festividades de diferentes culturas, un acompañamiento rítmico a través del pulso de los pies de los participantes es llevado a cabo como ritual.
Los cascabeles producen por si mismos un sonido pequeño pero muchos juntos logran una contribución significativa a la música. Usualmente se usan sobre el cuerpo o sobre la ropa.
También existen cascabeles de metal. Se encuentran en muchos países. Ej: en India, Inglaterra, USSR y Bali. En India las tobilleras de cascabeles son muy usadas en la danza clásica hindú.
Siempre me ha gustado esto de utilizar mi cuerpo como generador de ritmo.
Recuerdo al haber participado de un seminario de Naná Vasconcelos, nos relataba que en su observación fué representando esto que el sentía al ver la misma naturaleza y sus ritmos, golpeándose el pecho, los muslos, haciendo palmas, bailando al ritmo de una canción, moviendo los pies, marcando así el pulso. Me maravillé al escuchar esto y lo sentí en mi propio cuerpo al ver su relato actuado con música producto de su cuerpo. El ha sido un gran impulsor del uso de este idiófono como instrumento natural en mi música, eso de sentir mi propio cuerpo sonando al ritmo de mi canción además de tocar tambores u otros instrumentos, esto de utilizar el movimiento de mis piernas, mis talones, mis pies como generador de sonido junto a la tobillera, era y es una sensación única, recuerdo cuando comencé a utilizar las tobilleras me decía "estoy sonando yo misma” me sentía llena de ritmo, sentía la fuerza de mi cuerpo en movimiento.
La experiencia corporal es única se los aseguro. Esta sensación corporal de conexión con mi ritmo natural me llevo dentro de mi práctica diaria de Yoga a relacionarlo directamente con el pranayama.
El pranayama propone un control de los “ritmos" respiratorios de ahí que a mis alumnos les propongo realizar el pranayama cuadrado tal cual se lo denomina aquí en occidente.
Esto consiste en una técnica respiratoria que equilibra los dos hemisferios y se realiza con una respiración en 4 fases:
Debemos visualizar un cuadrado y recorrerlo mentalmente mientras se realiza la práctica:
inhalar en 1, retener en 2, exhalar en 3 y retener en 4.
Esta forma de respiración la integro con el pulso para equilibrar el estado general de la respiración antes de cantar o tocar una canción para ir entrando de manera consciente y concentrada en la música.
Entonces con las tobilleras colocadas se inhala en 1, se realiza el primer pulso pisando con el pie derecho, se retiene la respiración en el siguiente paso o pulso 2 pisando con el pie izquierdo y se exhala en el siguiente paso o pulso 3 pisando con el pie derecho, luego se retiene realizando el movimiento del pulso 4 al pisar con el pie izquierdo y así sucesivamente.
De esta manera se combinan respiración y ritmo algo que hará sin duda una interpretación más conectada con nosotros mismos.
Tengamos en cuenta que el ritmo musical es un reflejo del ritmo de la naturaleza.
En un ciclo lo más importante es la repetición y el punto de referencia es el primer golpe, que marca el fin de un ciclo y el principio de otro nuevo.
Si logramos ser conscientes de nuestro ritmo propio seremos mejores artistas, todo a nuestro alrededor contiene ritmo, la repetición de las semanas, que consta de siete días, el flujo de la respiración, que consta de inhalación y exhalación, nuestro propio latir, el día y la noche con su amanecer y su ocaso.
El ritmo tiene como mensaje que el tiempo a como lo creemos es solo una construcción mental. Con esta experiencia corporal del ritmo podremos liberarnos del tiempo lineal y nos acercaremos a un estado de momento presente a través de la música. El ritmo es el lenguaje mundial que comunica a todos los seres humanos.
Cuando hayamos comprendido sobre los elementos rítmicos primarios como esto de caminar realizando un ritmo o escuchar un idiófono colgado de nuestros tobillos, hasta lo más básico se transformará en musical y finalmente nos daremos cuenta la diversidad de sonidos que podremos generar sólo con movernos y además podremos vincular un equilibrado flujo de la respiración producto de nuestra consciencia rítmica.
Para terminar les dejo al majestuoso Paul haciendo ritmo con sus pies.
Que disfruten de su propio ritmo!
Mariana Masetto.
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